el hipocondríaco y el doctor dijeron

El hipocondríaco dijo:
Mal doctor, me encuentro muy mal.
El doctor dijo:
Que te pasa exactamente?
El hipocondríaco dijo:
Tengo como un calor en los dientes, frío en los ojos.Sudor en las uñas y dolor de pestañas.
El doctor dijo:
Creo que no soy el apropiado para curar esta enfermedad. Te recomiendo un colega mío, muy bueno. Es un psicólogo
El hipocondríaco dijo:
Un psicólogo? Perdone doctor, no quiero meterme en su competencia, pero creo que tengo un derrame cerebral y no creo que un psicólogo...no sé, como mucho un cura. Creo que necesito la extremaunción.
El doctor dijo:
Ha ha.
El hipocondríaco dijo:
De que se ríe usted doctor. A mi no me hace gracia.
El doctor dijo:
Perdone, no crea que lo tomo a la ligera. Pero, sabe usted que tiene un gran sentido del humor?
El hipocondríaco dijo;
Un gran sentido del humor? Doctor, lo que tengo es un derrame cerebral, ya se lo he dicho. No debería hacerme algunas pruebas?
El doctor dijo:
Hombre, si así se queda usted más tranquilo.El hipocondríaco dijo: Pues sí. Así podré descartar lo del agujero en el pulmón o lo de la mierda atravesada en el estómago que no me permite hacer bien la digestión lo cual me ha provocado un quiste en el intestino inferior tan próximo a la bufeta urinaria...y claro...
El doctor dijo;
Pero no habíamos quedado que era un derrame cerebral.
El hipocondríaco dijo;
Lo sabía. Madre mía, Cuanto tiempo me queda?
El doctor dijo:
Tranquilo hombre, hoy en día la gente ya no muere de esas cosas. Puede usted andar tranquilo. Eso si, voy a tener que recomendarle un par de cosas.
El hipocondríaco dijo:
El qué doctor? Lo que sea!
El doctor dijo:
Una hipoteca y un trabajo mal pagado.
El hipocondríaco dijo: Aha, gracias doctor. Me ha salvado usted la vida.
El doctor dijo:
Ya verá como en unos días se encuentra mejor.
El hipocondríaco dijo:
Gracias doctor. Ah! Una ultima pregunta, por lo de la receta de la hipoteca y lo demás voy a la farmacia no?
El doctor dijo:
Por supuesto.
El hipocondríaco dijo:
Gracias de nuevo doctor. Gracias a usted también por su sentido del humor. Me ha salvado usted la vida.